La igualdad entre mujeres y hombres es uno de los ejes prioritarios de la Unión Europea y un elemento clave para el desarrollo social y económico. El Índice Europeo de Igualdad de Género, elaborado por el Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE), se ha consolidado como la principal herramienta para medir los avances, identificar brechas persistentes y orientar políticas públicas basadas en datos comparables.
La edición 2025 del Índice sitúa a España en una posición destacada dentro del contexto europeo. Con una puntuación de 70,9 puntos sobre 100, nuestro país ocupa el cuarto puesto del ranking, solo por detrás de Suecia, Francia y Dinamarca, y se sitúa 7,5 puntos por encima de la media de la Unión Europea, que alcanza los 63,4 puntos. Estos resultados reflejan un progreso sostenido y un ritmo de avance superior al promedio comunitario.
El Índice Europeo de Igualdad de Género
El Índice de Igualdad de Género mide las brechas entre mujeres y hombres en seis ámbitos fundamentales: trabajo, dinero, conocimiento, tiempo, poder y salud, a través de 27 indicadores. Las puntuaciones oscilan entre 0 (desigualdad total) y 100 (igualdad plena), lo que permite evaluar tanto la posición relativa de cada país como la distancia real hasta la igualdad efectiva.
En 2025, el Índice adquiere especial relevancia al incorporar una revisión integral de su metodología, la primera desde 2013, con el objetivo de alinearse mejor con las prioridades actuales de la Unión Europea y ofrecer una imagen más precisa de la realidad social.
Resultados generales de España
España obtiene en 2025 una puntuación de 70,9 puntos, manteniéndose en el cuarto puesto del conjunto de la UE. Esta cifra supone un aumento de 15,4 puntos respecto a 2010 y de 5,2 puntos en comparación con 2020, lo que confirma que el progreso hacia la igualdad de género en España se ha producido a un ritmo superior al de la media europea.
En el contexto europeo persisten importantes diferencias entre Estados miembros, con Suecia a la cabeza (73,7 puntos) y Chipre en el último lugar (47,6 puntos). La posición de España refleja un nivel avanzado de desarrollo de políticas de igualdad, aunque todavía con margen de mejora.
Salud: el ámbito más avanzado
El dominio de salud es el que presenta la puntuación más elevada para España, con 86,2 puntos, coincidiendo con la media de la UE. Este resultado evidencia un acceso amplio y relativamente equitativo a los servicios sanitarios y una buena situación general en términos de esperanza y calidad de vida. Mantener estos niveles exige seguir incorporando la perspectiva de género en las políticas de salud, especialmente en ámbitos como la salud mental y sexual y reproductiva.
Poder: el gran salto de España
El ámbito de poder es el que registra el mayor avance. España alcanza 66,6 puntos, lo que supone un incremento de 22,7 puntos respecto a 2020 y de 46,2 puntos desde 2010. Gracias a esta evolución, el país pasa del quinto puesto en 2020 al tercero en 2025, solo por detrás de Suecia y Francia, y muy por encima de la media europea, situada en 40,5 puntos.
Este progreso es consecuencia directa de los avances normativos impulsados en las últimas décadas, como las listas electorales paritarias, la obligatoriedad de los planes de igualdad en las empresas, la equiparación de los permisos por nacimiento, las auditorías retributivas para reducir la brecha salarial y la ampliación de los derechos sexuales y reproductivos. A ello se suma la reciente Ley Orgánica 2/2024, de representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, que refuerza la igualdad en los espacios de toma de decisiones.
Tiempo: avances en corresponsabilidad
España obtiene también resultados superiores a la media europea en el ámbito de tiempo, que analiza la distribución del trabajo remunerado, los cuidados y las actividades sociales. Aunque se observan avances en corresponsabilidad, siguen existiendo desigualdades, especialmente en el reparto de las tareas domésticas y de cuidados.
Conocimiento y Dinero: principales retos
A pesar del balance positivo, España se sitúa por debajo de la media europea en los ámbitos de conocimiento y dinero. En conocimiento se registra un retroceso de 3,6 puntos respecto a 2020, siendo el único dominio con evolución negativa. Este dato apunta a la persistencia de la segregación educativa y profesional, especialmente en las disciplinas STEM, y a la necesidad de reforzar las políticas educativas con perspectiva de género.
En el ámbito de dinero, aunque se han producido mejoras desde 2010 (+6,3 puntos), persisten desigualdades en ingresos, salarios y pensiones, lo que pone de relieve la importancia de seguir avanzando en la lucha contra la brecha salarial y la precariedad laboral femenina.
Una metodología renovada y más precisa
La edición 2025 del Índice incorpora una actualización metodológica integral que incluye nuevas fuentes de datos y la incorporación de indicadores de interseccionalidad y de violencia de género. Toda la serie temporal ha sido recalculada siguiendo la nueva metodología, lo que permite comparaciones coherentes entre años y ofrece una visión más ajustada de los avances reales. Se confirma la tendencia positiva de España en materia de igualdad y se refuerza la validez del Índice como herramienta estratégica para el diseño y evaluación de políticas públicas
Acceso al INFORME del Índice Europeo de Igualdad de Género: AQUÍ

