Del 21 al 25 de octubre se celebra la Semana Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, organizada por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (EU-OSHA).
El objetivo de esta semana es concienciar a las personas sobre la importancia de una gestión activa y participativa de la seguridad y la salud en el lugar de trabajo.
Aprovechamos esta conmemoración para recordar la importancia de introducir la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales, aspecto fundamental que debe tenerse en cuenta para una efectiva protección de la seguridad y salud de las mujeres trabajadoras.
La necesidad de aplicar la perspectiva de género en la cultura preventiva es debida a la evidencia creciente de que los riesgos laborales y las patologías causadas por ellos afectan de manera distinta a hombres y mujeres. La consecuencia de no aplicarla hace que se subestimen e incluso se descuiden los riesgos reales, especialmente para la salud de las mujeres considerando además como riesgos específicos derivados de particularidades del género femenino la maternidad, la lactancia, etc.
Para hacer efectivo el derecho a la salud de manera equitativa, no se debe tratar la salud de las personas de ambos sexos de igual manera, sino que se deben tener en cuenta diferentes aspectos como los biológicos, antropométricos y las desigualdades sociales.
El objetivo de la integración de la perspectiva de género en la prevención de riesgos en la empresa consiste por tanto, en disponer de procedimientos y métodos para la práctica de la actividad preventiva de manera que sean sensibles a las diferencias de género.
No debemos olvidar que la propia Ley de prevención de riesgos laborales establece que los riesgos a los que están expuestas las personas trabajadoras deben ser identificados y evaluados, de forma que puedan eliminarse o controlarse, por tanto debe tenerse en cuenta el factor del género para poder realizarlo de manera efectiva.
Además, la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 (EESST), en su objetivo nº 5 especifica el compromiso de introducir la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo.
