A pesar de algunos avances, las diferencias salariales entre hombres y mujeres persisten e incluso aumentan en algunas ocupaciones. Las diferencias salariales entre hombres y mujeres no se deben principalmente a diferencias en el nivel educativo y, en general, no se reducen sino que aumentan con la edad.
La OIT tiene como objetivo fundamental promover las oportunidades para que tanto los hombres como las mujeres puedan acceder a un trabajo digno y productivo en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.
El mandato de la OIT en materia de igualdad entre los sexos consiste en promover la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo, y se basa en los convenios internacionales del trabajo de especial pertinencia para la igualdad entre el hombre y la mujer, sobre todo los cuatro convenios clave sobre igualdad, a saber: el Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958 (núm. 111), (núm. 100), el Convenio sobre los trabajadores con responsabilidades familiares, 1981 (núm. 156) y el Convenio sobre la protección de la maternidad, 2000 (núm. 183). El mandato también abarca resoluciones adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo (el órgano de máximo nivel en cuanto a la formulación de las políticas de la OIT) en 1975, 1985 y 1991, y la Resolución de junio de 2004 relativa a la igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad de remuneración y la protección de la maternidad.
Este post hace referencia expresa a otro post de la OIT en su ámbito de género.
Cuando hace ocho años le preguntaron por qué era importante la paridad de género en el gabinete que había formado, el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau respondió: “Porque estamos en 2015”. Estamos en 2023, pero la igualdad de género sigue siendo esquiva en todo el mundo. En el último año para el que se dispone de datos, la proporción de mujeres en puestos directivos y mandos intermedios (indicador 5.5.2 de los ODS) era inferior al 35% en la mitad de los países del mundo.
Los hombres siguen ganando más que las mujeres en la mayoría de los países, en casi todos los sectores, debido a diversos factores, como la persistente segregación de género en la ocupación por ocupación, las interrupciones en la vida laboral de las mujeres debidas a la maternidad, el reparto desigual de las responsabilidades familiares y de cuidado, y las prácticas salariales injustas.
Entre las ocupaciones que destacan por presentar importantes diferencias salariales entre hombres y mujeres en las mayoría de los países se incluyen profesionales con alta cualificación y ocupaciones STEM, en las que las mujeres siguen estando infrarrepresentadas.
Las diferencias salariales entre hombres y mujeres son muy elevadas (más del 25%) en uno de cada cuatro países entre los y las profesionales de la ciencia y la ingeniería, y en uno de cada tres países para quienes se dedican a la salud.
Otras ocupaciones con diferencias salariales entre mujeres y hombres en la mayor parte de los países incluyen profesiones como las de cuidados de personas, la construcción y oficios afines, trabajos en la metalurgia, maquinaria, artesanía, imprenta, o entre personas que trabajan operando instalaciones fijas y móviles entre otros oficios.