Las diferencias de género en el mercado laboral afectan a la salud emocional de las mujeres, en quienes se dan el 63,1% de las bajas laborales por trastornos mentales y del comportamiento, con un impacto de 1.642,6 millones de euros para el país.
El informe “Coste de oportunidad de la brecha de género en la salud emocional” desvela el impacto que tienen tanto en el aspecto social, como sobre la economía española, la brecha de género existente en la salud emocional.
La salud mental y la salud emocional son dos conceptos muy relacionados, pero son distintos en naturaleza y definición. En el informe se define salud emocional como un estado de ánimo en el que nos sentimos bien, en tranquilidad, dominando nuestros proyectos vitales y la situación personal frente a las presiones diarias, abarcando desde el bienestar emocional hasta los problemas mentales.
En definitiva, la salud mental se incluye dentro de la salud emocional, y ésta puede generar una gran variedad de síntomas que pueden condicionar la calidad de vida de las personas, llegando a derivar en problemas graves de salud mental como la ansiedad o la depresión.
La salud emocional se configura entorno a la persona en función de sus circunstancias desde que nacemos, mientras crecemos y vivimos, y está condicionada por muchos factores individuales, familiares, comunitarios y estructurales que varían a lo largo de tiempo, con un impacto diferente en cada persona. Así, las diferencias biológicas y sociales, entre otras, que existen entre mujeres y hombres, también condicional la salud emocional de ambos grupos de población, generando una brecha de género.
El informe evidencia el impacto económico de la brecha de género en la salud emocional, centrándose en cuatro categorías clave: estado de ánimo, entorno laboral, autocuidado y brecha en la salud emocional de los jóvenes.
En este post, hacemos mención especial a la brecha en el entorno laboral, si bien se puede acceder a todo el informe completo y a su resumen ejecutivo a través de los enlaces incluidos al final del texto.
Cabe señalar, como así lo recoge el informe que:
“la brecha de género en el entorno laboral condiciona la salud emocional de las mujeres y, por tanto, su desarrollo profesional”
La vida profesional tiene implicaciones en la salud emocional de las personas y, por tanto las brechas en el empleo, en los salarios y en el desarrollo profesional, entre otras brechas y otros factores en el ámbito laboral, así como las tareas de los cuidados, la doble jornada, tienen consecuencias sobre la salud mental y emocional de las mujeres. Todo esto puede ser un catalizador que propicie el malestar emocional y por tanto suponer un factor relevante en las bajas laborales por depresión y ansiedad.
“En 2021, el 63,1% de las bajas laborales debidas a trastornos mentales y del comportamiento (TMC) se produjeron en mujeres. Concretamente, el impacto de la brecha de género en las bajas por trastornos mentales y del comportamiento se tradujo en 1.642,6 millones de euros en 2021”.