El informe Científicas en Cifras 2025, publicado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, representa la octava edición de una serie bianual dedicada a analizar la situación de las mujeres en el sistema de I+D+i español. Su propósito es doble: ofrecer una radiografía actualizada de la participación femenina en la ciencia y tecnología, y evaluar el impacto de las políticas de igualdad implementadas, proporcionando recomendaciones para avanzar hacia una equidad real y sostenible en el ámbito científico.
Una de las principales novedades del informe 2025 es la inclusión de un estudio de percepciones del personal investigador, basado en una encuesta online y siete grupos focales. Esta dimensión cualitativa permite una comprensión más profunda de los obstáculos, experiencias y opiniones sobre igualdad de género en el sistema científico español.
PRINCIPALES RESULTADOS:
Presencia académica creciente, pero desigual por áreas:
La participación femenina en estudios de Grado, Máster y Doctorado ha aumentado levemente en la última década, alcanzando en 2023-2024 el 57% en grado, el 56,4% en máster y el 50,2% en doctorado. Sin embargo, persisten grandes brechas en las áreas STEAM. Por ejemplo, en informática solo el 17,2% del alumnado son mujeres, frente al 62,3% en Ciencias de la Vida.
Desigualdades en el mercado laboral de I+D:
Aunque las mujeres representan el 39,6% del total del personal investigador, su presencia sigue siendo baja en el sector privado (31,2%). En cambio, en la administración pública alcanzan el 50,5%, superando por primera vez a los hombres.
Techo de cristal y “tubería rota”:
A pesar de la paridad en las etapas iniciales de la carrera investigadora, la proporción de mujeres disminuye a medida que se avanza en la jerarquía científica. Este fenómeno, conocido como “tubería rota”, evidencia la persistencia del techo de cristal. Aun así, se ha observado una reducción gradual de esta barrera en los últimos años.
Percepción desigual de la igualdad:
Las mujeres perciben mayores obstáculos para progresar profesionalmente, especialmente por la falta de conciliación y la persistencia de sesgos de género. Los hombres, por el contrario, tienden a considerar que las medidas de igualdad son suficientes. Este contraste genera resistencias y refuerza la necesidad de sensibilización dentro del sistema científico.
RECOMENDACIONES CLAVE DEL INFORME:
El informe concluye con una serie de propuestas concretas para mejorar la igualdad de género:
- Educación en igualdad desde etapas tempranas: integrar la perspectiva de género en el currículo escolar y fomentar vocaciones científicas entre niñas y jóvenes.
- Impulso a la diversidad en equipos y órganos de decisión: promover una representación equilibrada en comités evaluadores y puestos directivos.
- Revisión de procesos de selección: garantizar procedimientos sin sesgos de género, especialmente en la evaluación del desempeño académico y científico.
- Conciliación y corresponsabilidad: adaptar los criterios de evaluación a las interrupciones de carrera por maternidad u otras responsabilidades de cuidado.
- Fortalecimiento institucional: mejorar la formación en igualdad dentro de universidades y OPIs, así como los mecanismos de denuncia y prevención del acoso sexual.
El informe subraya la necesidad de políticas más robustas, sostenidas y basadas en evidencia para transformar de forma estructural el sistema de ciencia e innovación. Alcanzar una igualdad efectiva no es solo una cuestión de justicia, sino una condición para garantizar una ciencia más excelente, inclusiva y socialmente relevante.